Valiosa victoria sobre Boca. Al equipo marplatense le faltó el ingenio de Gianella, ausente por lesión. Pero jugó y ganó empujado por el carácter de Leiva y compañía.
Por Sebastián Arana
Con más defensa que juego, luchando en todo momento, Peñarol obtuvo una importante victoria sobre Boca por 79-71 y sigue despegando del fondo de la tabla de la Liga Nacional de Básquetbol.
Sin los raptos de inspiración de Nicolás Gianella (sufrió una contractura fuerte en el entrenamiento del viernes y ni siquiera se cambió), todo le costó mucho a un Peñarol al que, de por sí, no le sobra.
La intención fue cargar el juego en el poste bajo, por el lado de Leiva. De movida, trajo más malos tiros y pelotas perdidas que soluciones.
Sin embargo, como defendió más que aceptablemente, sobre todo en la pintura, el equipo local no dejó de estar en carrera.
Paulatinamente, fue encontrando algo de gol con el tiro abierto a pie firme de LaMonte. Y se llevó el cuarto de apertura por un estrecho 17-16 gracias a una conversión muy forzada de Alloatti.
El peor momento peñarolense del primer tiempo fue el inicio del segundo parcial. En poco más de un minuto, Gamboa le escapó tres veces a Slider y le anotó dos triples y un doble. La visita, con un parcial de 8-2, pasó al frente 24-19.
Después de un tiempo muerto de Gutiérrez, el equipo “milrayitas” recuperó la solidez defensiva del comienzo y Gamboa ya no anotó más en el cuarto. A ella le agregó más efectividad a la hora de jugar interior. Alloatti anotó seis puntos en los primeros minutos y encabezó una reacción para volver a nivelar el juego. Y lo desequilibró a su favor con sus dos únicas “bombas” de la primera parte (Guaita y LaMonte) para sacar una luz de 34-28, que mantuvo en 41-36 a la hora de ir al descanso.
Todo un logro teniendo en cuenta que lanzó un 25% de tres puntos y un 53% de libres, sin puntos y con apenas dos asistencias de los tres bases que tuvo en cancha.
En el tercer cuarto, de los dos, Peñarol fue el que se las ingenió para conseguir los tiros más naturales cerca del canasto. Pettigrew tomó la posta de LaMonte, quien enseguida llegó a tres faltas y fue resguardado.
Boca, no obstante, respondió con la inspiración individual de Gamboa (9 puntos más en el parcial), con su efectividad para tomar los tiros cómodos de tres puntos que le dio el juego (al final del cuarto llevaba 6/7) y con el aprovechamiento integral de las muchas veces que Peñarol lo mandó a la línea con faltas.
Los visitantes pasaron al frente por 60-59 a pocos segundos del final del tercero, aunque Guaita, con un triple, puso a los suyos 62-60 al frente.
La cuarta falta de Zurschmitten en el comienzo del último cuarto supuso una complicación adicional. Con Lamonte de base durante varios minutos, sin embargo, Peñarol superó la dificultad con mucha voluntad para conseguir tiros cortos y una defensa sin concesiones liderada por el carácter y la capacidad de intimidación de Leiva, quien terminó con 12 puntos, 10 rebotes y 3 tapas. Y así fue rindiendo a un rival confuso y sin alma.
El equipo “milrayitas” no habrá tenido la chispa de Gianella. Pero tuvo el fuego sagrado de Leiva. Esa fue su efectiva receta para volver a ganar.
Síntesis
Peñarol (79): N. Zurschmitten 7, K. LaMonte 18, S. Pettigrew 14, A. Diez 3 y M. Leiva 12 (FI); J. M. Fernández 2, J. Slider 5, J. I. Marcos 0, A. Alloatti 13, D. Guaita 6 y J. Valinotti 0. DT: Leonardo Gutiérrez.
Boca (71): L. Pérez 6, E. Gamboa 25 (x), A. Boccia 10, F. Lampropoulos 4 y S. Evans 2 (FI); E. Vassirani 4, L. Gargallo 6, M. Fierro 8 y M. Osimani 6. DT: Gustavo Fernández.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Arbitros: Daniel Rodrigo-Silvio Guzmán-Sebastián Moncloba.
Parciales: 17-16, 41-36 y 62-60.